*Una familia completa fue asesinada, incluyendo tres mujeres y dos bebés. Las muertes de las víctimas permanecen impunes ante la opacidad y la lentitud de los trabajos de investigación.
* Bruno Plácido Valerio había dicho que había sido un enfrentamiento, luego digo que presentaría ante el MP a los elementos que participaron en la masacre y ahora dice que no puede presentarlos a la fuerza.
*Familiares aseguran que después de la masacre no han recibido apoyo ni del gobierno del estado ni del gobierno municipal, y tampoco se les ha acercado Derechos Humanos.
Por: Ernesto E. Caballero Zamora (Imágenes Francisca Meza)
Acapulco, Gro.- Fue el 9 de junio de este mes cuando un grupo armado, integrado por policías comunitarios pertenecientes a la Unión de Pueblos Y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), que lidera Bruno Plácido Valerio, atacó 3 viviendas en San Pedro Cacahuatepec, en los linderos de las comunidades rurales que rodean al puerto.
Eran cerca de las tres de la tarde, cuando según versiones de los propios testigos, varios hombres armados llegaron a las casas de las víctimas y comenzaron a disparar a bocajarro.
El saldo 7 muertos, entre ellos, un menor de edad de 17 años, tres mujeres y dos bebes, uno de un año y el otro de tan solo 4 meses. A dicha tragedia se suman dos menores más, una niña de 8 años y un niño más de tan sólo 11 años que lamentablemente se debaten entre la vida y la muerte por las heridas provocadas a causa del impacto por las balas de los desquiciados tiradores. Al respecto, el vocero de seguridad en el estado de Guerrero, Roberto Álvarez Heredia informó que existen dos versiones de los hechos en San Pedro Cacahuatepec.
Por lo tanto, dijo que la fiscalía General del Estado, sigue dos líneas de investigación, la primera es la que dieron los vecinos que presenciaron los hechos, y que aseguraron a los policías ministeriales que la masacre fue realizada por comunitarios adheridos a la UPOEG, quienes incluso se metieron a las propiedades y ejecutaron a las personas que quedaron vivas. De acuerdo con relatos emitidos por colegas reporteros que asistieron primeramente al lugar, señalan que los disparos se habían hecho a mansalva y a corta distancia, esto deducido por el tipo de impacto que tenían los cuerpos en las heridas de bala.
Mientras que la segunda versión la dio el propio líder de los comunitarios, Bruno Plácido Valerio, en relación a que acusó a las víctimas de estar ligadas a Erasto García Muños, alias el Gato, quien permanece preso en el penal de Acapulco, y que los comunitarios fueron los primeros en ser atacados desde el interior de las casas, por lo que repelieron la agresión y terminó dándose un enfrentamiento.
La primera versión es la que dieron a los policías ministeriales y los vecinos del lugar, quienes aseguraron que fueron asesinados por integrantes de la UPOEG. La segunda es la que ha difundido el dirigente de esa organización, Bruno Plácido Valerio en redes sociales acusando a las víctimas de que eran gente de Erasto García Muñoz, alias El Gato, quien está preso en el penal de Acapulco, y de que atacaron a los comunitarios de la UPOEG cuando pasaban por el lugar. En respuesta, Álvarez Heredia dijo que la Fiscalía investigará ambas versiones para conseguir y precisar su veracidad.
Inclusive, en conferencia de prensa, el referido líder de la UPOEG rindió una conferencia de prensa, un día después de los hechos, en un conocido restaurante de la ciudad. Confirmó que los hechos fueron más bien el resultado de un enfrentamiento, y no de una ejecución como se había manejado en algunas versiones recabadas por la prensa.
Además, aseguró que pondría a disposición de la Fiscalía General del Estado, a los policías comunitarios que participaron en la matanza, con la finalidad de que ésta compare las versiones, investigue y pueda dar con los responsables de la masacre registrada en San Pedro Cacahuatepec.
Sin embargo, en una segunda declaración, el líder de los comunitarios, asegura que ya pidió a los elementos que fueran y se presentaran a declarar, no obstante, asegura que por su parte él no puede llevarlos por la fuerza.
Hoy, a casi un mes de los hechos, las autoridades estatales encargadas de la procuración de Justicia, no han dado con el paradero de los homicidas, aun cuando la promesa de Plácido Valerio era presentar ante el Ministerio Público a los comunitarios que participaron y a los agentes de la policía comunitaria que estuvieron involucrados en los hechos.
Los familiares sobrevivientes de la matanza, manifestaron que después del multihomicidio, ninguna autoridad los ha recibido. Tampoco han recibido la visita de Derechos Humanos, o algún enviado por parte del gobierno estatal o municipal.
Muy por el contrario, continúan los excesos de violencia, así como los allanamientos de casas. En la noche del viernes, algunos vecinos contaron que los mismos policías de la UPOEG pasaron a las casas y tiraron las cintas precautorias “es una burla, continúan. Hay un niño de catorce años que entró, su papá también entró a matar a mis hijos, mis nietos”.
Señalaron que dos de sus primos se mantienen desaparecidos, por lo que ya se inició la búsqueda; supuestamente fueron tirados el sábado, pero nadie confirmó donde estaban. Aseguraron que fue la misma UPOEG la que los tiró y volvió a recoger para enterrarlas en fosas, como una señal para intimidarlos y de este modo que salgan aterrorizados de sus casas.
Hasta el momento, el caso vive en la total opacidad de las autoridades encargadas de la procuración de Justicia; el Fiscal General del Estado, Xavier Olea Peláez, ni siquiera ha dado una postura o declaración del caso. Es más, ni si quiera se sabe de algún avance que lleve el rumbo de la investigación.
Por su parte, el vocero de seguridad en el estado, Roberto Álvarez Heredia, sólo se ha limitado a publicar en redes sociales, que los hechos no quedarán impunes, y que realizan la investigación correspondiente hasta llegar a las últimas consecuencias. Apuntó que se investigan las dos premisas que ya se señalaron y que todo el peso de la ley será aplicado. Esto último, señalado luego de haber sabido que el domingo siguiente a los hechos, Plácido Valerio no presentó a los participantes de la masacre para su declaración correspondiente.
El caso pasará a la historia como uno de los hechos más horrorosos por el ataque a mujeres, niños y bebés en una comunidad rural, pero también lo hará porque quedará en total impunidad al no presentar a los culpables de la masacre.
Según datos extraoficiales, Bruno Plácido se siente muy cercano al gobernador Héctor Astudillo Flores, quien incluso le tiene mucha paciencia para que el líder de la UPOEG tenga el ambiente y el territorio tranquilos, luego de la lucha constante que tiene la UPOEG con el Frente Unido para la Seguridad y Desarrollo del Estado de Guerrero (Fusdeg) para controlar las distintas comunidades desde Chilpancingo hasta Acapulco.
En entrevista con el gobernador del estado, después de uno de sus actos político, Héctor Astudillo Flores, al ser cuestionado sobre si se llamará a declarar o no a Bruno Plácido, el mandatario dijo que hasta el momento no había ningún indicio con el que pudiera ser requerido el líder de la UPOEG, aun cuando lidera a dicha organización y una noche antes de la masacre se reunió con este grupo y otras personas pertenecientes a dicha organización.
Al ser cuestionado sobre el hecho de que Bruno Plácido no presentará a la fuerza a los elementos que participaron en la masacre, el gobernador, Héctor Astudillo, dijo que aún no es claro para quienes trabajan en este grupo de policías comunitarios, y lo que sí es claro es que obedecen a intereses oscuros que marcan la violación a la ley, por lo que los señaló como grupos armados y no como policías comunitarios.
“Este tipo de grupos que no son policías, son grupos armados, a lo único que se dedican y para lo que funcionan es para defender intereses que todavía no se acaban de aclarar, es necesario que no operen dentro de lo que no pueden operar, porque la ley 701 es muy clara, es zona indígena, entonces lo que ha sucedido, es que este tipo de grupos se han armado para meterse en lugares en donde no hay explicación por qué se tienen que meter”, puntualizó.
Mientras tanto una familia completa fue asesinada, incluyendo tres mujeres y dos bebés. Y sus muertes permanecen impunes ante la opacidad y la lentitud de los trabajos de investigación por parte de la Fiscalía del Estado.