7 de junio: Día de la Libertad de Expresión
Por: Fulgencio Ramírez Lozano
Lastimosamente, este día que debería ser de celebración para los periodistas y/o cumunicadores, no es así. No hay algo que celebrar o festejar, más bien, es de reclamo para las autoridades, quienes no han cumplido a la sociedad con otorgar garantías de seguridad para ejercer la actividad periodística, que en todo el país es de alto riesgo.
Ante una serie de atentados en contra de comunicadores en en México, el gobierno ha implementado un mecanismo de protección ante agravios a periodistas, lo que se ha replicado en los demás estados. En Guerrero, el gobernador hace esfuerzos por verse como aliado de los tunde-teclas, pero pareciera que lo que hace él y sus funcionarios no les alcanza, no es creíble.
Y aunque su gobierno sigue la inercia de otras administraciones, pues no hay esclarecimiento ni siquiera avances en casos de agravios a periodistas, Héctor Astudillo hace esfuerzos por evitar más atentados y homicidios de comunicadores, pero la situación se le sale de las manos, cuál si fuera agua.
Su Fiscalía no funciona, no da resultados sobre los asesinatos de los reporteros Francisco Pacheco (Taxco) y Cecilio Pineda (Tierra Caliente) ocurridos en su gobierno, menos investiga los crímenes de Leodegario Aguilera Lucas, Amado Ramírez, Juan Daniel Martínez, entre otros. Es de esperarse nulos resultados con el atentado reciente de la locutora indígena de RTG en Ometepec, Marcela de Jesús Natalio.
Astudillo Flores debe de afrontar y resolver esta problemática pues se le puede salir de control y caer en un estado de ingobernabilidad, que a nadie conviene.
Hoy en día los comunicadores pugnan por ser tomados en cuenta en el mecanismo de protección para ellos; se esclarezcan los casos de homicidios y acabar con la impunidad.
Parece que hay voluntad del gobierno estatal… sólo eso, ¡pura voluntad!
¡No hay algo que celebrar este día¡
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