* La loza es grande, el aún presidente Enrique Peña Nieto, ha sido uno de los peores presidentes que ha tenido nuestro país, y ha perdido lo esencial, el respeto de sus connacionales; y perdiendo eso, se ha perdido todo.
*López Obrador ha madurado, no cae fácilmente en la diatriba; tiene perfectamente a los de la “Mafia del poder” dónde los quiere tener.
*El hartazgo del PRI y de PAN son el esquema perfecto para que la gente rechace la idea de tener en el gobierno de la República al menos peor. Quieren un cambio total.
Por: Ernesto Caballero
No sólo es el fenómeno político social que representa Andrés Manuel López Obrador durante 18 años de campaña, es el voto de castigo a 76 años en los que ha gobernado el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y 12 más que ha tenido el Partido Acción Nacional (PAN) la silla presidencial. .
Y es que cada vez que de manera personal, el que suscribe el artículo, pregunta por quién vas a votar para Presidente de la República, de diez personas, con facilidad siete me responden por Andrés Manuel López Obrador, los otros tres se dividen en un no sé o de plano un “ni ganas de votar da”.
Todas las encuestas llevan arriba al abanderado de la coalición Juntos haremos Historia que lleva consigo al Partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Partido Encuentro Social (PES) y Partido del Trabajo (PT); en comparación con Ricardo Anaya, candidato de la coalición “Por México al Frente” del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano; y de José Antonio Meade, abanderado de la coalición todos por México, que aglutina al PRI, PANAL y Verde Ecologista de México.
Es un hecho, la ventaja es inminente. López Obrador es un hombre que ha comenzado a mover las masas en cada punto a dónde se presenta. La gente tiene ganas de verlo. Incluso hay quiénes lo ven como el redentor que vendrá a salvarnos de la “mafia del poder” que se ha encumbrado en el actual Sistema político mexicano.
Pero ¿qué es lo que lo tiene tan afianzado en tan altos niveles de popularidad?
La respuesta es sencilla y se muestra bajo dos directrices presentes en la figura de Andrés Manuel López Obrador.
La primera es que el tipo, ha madurado. No cae en la rebatinga de los dimes y diretes que hacen de la política un lodazal al descubierto con cada uno de los candidatos, como sucede ahora con Marco Antonio Meade y Ricardo Anaya.
López Obrador, busca la salida fácil, la que no le va a dar mayores problemas; su clásica respuesta es: “No tengo nada que decir, yo sólo amor y paz”.
Y esto, con todo y que el tema de los señalamientos sean delicados, como el caso de meter en Guerrero una candidata a Senadora a una secuestradora encumbrada en las filas de la policías comunitaria de la Montaña de Guerrero, Nestora Salgado, quien administra al menos 7 expedientes abiertos por presuntos delitos, entre ellos el de la privación de la libertad de personas. O como la “valiosa” adquisición del líder minero Napoleón Gómez Urrutia, quien defraudó a más de mil trabajadores con sus contratos colectivos. Cabe señalar que fue exiliado y acusado de desviar 55 millones de pesos.
Pero todo esto es pecata minuta, porque la gente se ha dado cuenta del hartazgo de los de la “mafia del poder” y que ésta ha rebasado los límites de toda tolerancia.
Con la imagen de Andrés Manuel y sus seguidores, han hecho multiplicar la idea de que será el abanderado de Morena el que acabe con la corrupción y que venga a terminar con los vicios que de ésta emanan.
La segunda directriz se ver marcada específicamente por éste último umbral, el del hartazgo. Y es que el bolsillo y la economía del mexicano ha sido tan dañado, que la percepción de la gente, se ha convertido en un total rechazo a los partidos que han gobernador al país. Uno durante 76 años, es decir el PRI, y los 12 años de Acción Nacional.
No hay forma en revertir el movimiento. Todo pareciera indicar que el propio gobierno Federal hiciera todo lo posible por desdeñar la silla presidencial para las próximas elecciones bajo las siglas de su partido, el PRI.
A billetazos y condolencias, fueron aprobadas todas y cada una de esas reformas que eran tan necesarias para tener “un México vanguardista” y a la altura de la economía mundial; pero que ha lacerado tanto el bolsillo del mexicano hasta endeudarlo más allá de sus posibilidades.
La loza es grande, el aún presidente Enrique Peña Nieto, ha sido uno de los peores presidentes que ha tenido nuestro país, y ha perdido lo esencial, el respeto de sus connacionales; y perdiendo eso, se ha perdido todo.
Su imagen ha venido a la baja, los tiempos y las redes sociales ciertamente, tienen grandes culpas, pero también las acciones y determinaciones que ha tenido son el fracaso de la actual administración; eso sin denostar la sarta de pendejadas que ha hecho en público por andar querer quedando bien.
Fórmula Perfecta
Ahora bien, el esfuerzo de André Manuel de venderse como el Gran Redentor es único, los “AMLOvers” han hecho bien la tarea, no importando que a los Ninis les van a dar oportunidades económicas, ni que a los Narcos recibirán amnistía bajo el esquema de la impunidad, y mucho menos que se perciba que el país debe de sobrevivir con lo que produce propiamente, y alejarnos de toda relación bilateral con cualquier país.
Esa postura de “rayar en la locura obsecada” por combatir la corrupción y acabar con el capitalismo de los monopolios, ha sido su estrategia de venta. Y el consumidor final, es decir el electorado, ha comenzado a tener una necesidad.
La otra parte de la operación la ha hecho el PRI y el PAN durante más de 88 años. Su hambre de poder y la representación de los políticos como entes vivientes amamantados por la ubre del gobierno durante todo el tiempo, son el esquema perfecto para que la gente rechace la idea de tener en el gobierno de la República al menos peor. Sencillamente no quieren más de lo mismo.
Por ello, el electorado, está con la firme idea de asumir toda consecuencia al elegir a “ya sabes quién”, no importando que la experiencia mundial avizore fracasos de gobierno populistas como los de Bolivia, Argentina, Cuba y sobre todo Venezuela.
André Manuel no está loco, pudiera estar obsesionado por estar sentado en la silla presidencial, pero sabe perfectamente lo que quiere y hasta dónde quiere llegar. Y tiene a los de la “mafia del poder” a dónde los quiere tener. Hoy en día sabe perfectamente que representa un peligro, pero un peligro para esos que se encuentran encumbrados en la falsa política, aquellos que lo tachan pues, de ser un Peligro para México… Y por supuesto que lo es.
Imágenes de Rompeviento; LibertadBajoPalabra y AnimalPolítico