El vaticinio electoral.
Por: Enrique Caballero Peraza.
“Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y después de la cacería.” Otto von Bismarck
El domingo 4 de junio, se llevará a cabo la jornada electoral en cuatro entidades de México. Las elecciones son diferentes en todo sentido. En primer término, solamente en tres de ellas se elegirá Gobernador del estado, (Coahuila, Nayarit y estado de México) en Veracruz, las elecciones son solamente municipales (no por ello menos importantes).
En Veracruz se estableció una alianza sólida entre el PAN y el PRD que ha sido cobijada por el grupo político del actual gobernador, el hoy panista (antes integrante del PRI) Miguel Ángel Yunes. Considero que la alianza PAN-PRD, sobre todo después de los escándalos provocados por la detención del exgobernador Javier Duarte, a quien se le atribuye un desvío récord de 55,000 millones de pesos, refrendará la hegemonía de la alianza que puede si lo planean adecuadamente, ser la nueva mayoría que conduzca a la transformación de este país, lo hemos repetido en varias ocasiones, lo diremos una vez más, siguiendo el modelo chileno: Socialdemócratas y Democristianos unidos. El triunfo en los principales municipios será de alianza, Morena tendrá algunos triunfos pequeños, el PRI también. No veo sorpresas.
En Nayarit, la misma alianza es imbatible, el futuro gobernador Antonio Echevarría, deberá de superar hasta por dos dígitos a su más cercano competidor que es el PRI, la participación de Morena es testimonial, hay encuestas que lo presentan hasta con veinte puntos de ventaja.
En Coahuila hay una contienda mucho más cerrada, entre el PAN y el PRI, la diferencia es de cuatro puntos a favor del PAN, estamos en lo que se le llama un empate técnico, dado el margen de error de las encuestas. La candidata del PRD que hace una campaña de relleno no declinó a favor del PAN, el PRD buscaba por su lado la declinación de Josefina Vázquez Mota a favor de Juan Zepeda en el estado de México. Por lo que no se pudo concretar esta alianza, al menos en los reflectores mediáticos.
Y nos vamos a la elección con mayor cobertura informática, la del estado de México, donde una excandidata presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota. Aclaremos un punto, en 2012 Josefina quedó en el Estado de México en tercer lugar. ¿Por qué iba a ser diferente ahora? Bueno… resulta que es diferente, con PRD subdividido en Morena, desgraciadamente hay posibilidades de que el PAN se vaya al cuarto lugar. Eso y el miedo de algunos panistas al avance de Morena, que le permitiría a ese partido en un eventual triunfo, lograr su primer gobierno estatal y no cualquiera, sino el estado que cuenta con mayor presupuesto de la federación, además de considerables ingresos propios.
En el estado de México, hay varios escenarios. El que más le conviene al PAN, es el milagro de que Josefina ganara, (eso ahora es simplemente aspiracional), la siguiente mejor opción es que ganara el PRD (un posible aliado en 2018), la penúltima que ganara el PRI, dado que tiene el 15 % de la intención de voto para 2018, el peor escenario para el PAN, que sin duda (en alianza o solo) estará disputando la presidencia de la república el próximo año es que gane Morena, dado que ya sabemos que la maestra Delfina no se tienta el corazón para hacer descuentos a los trabajadores del gobierno para engrosar las arcas partidistas. Y por el momento Andrés Manuel parece un rival más peligroso.
Hubo encuestas para saber cómo se comportaría el elector en el caso de una eventual declinación de Josefina. Los resultados son los siguientes: El 49 % de sus votantes, no saldría a votar. No participaría. Un 25 % lo haría por Delfina, siguiendo la lógica que hay que sacar al PRI del estado de México, un 15 % votaría por el PRI, para impedir que llegara Delfina y tan solo un 10 % votaría por el PRD. Así que la declinación no hubiera funcionado.
Lo que sí es posible realizar, es inducir el voto duro, hacia cualquiera de los otros dos partidos en pugna, PRI o PRD, para evitar el peor escenario, que es el triunfo de Morena.
Los operadores del PRI están volcados en estado de México. Se calcula que una óptima movilización del PRI el día de la elección, puede llevar a incidir hasta en cinco puntos en el resultado final, y las últimas encuestas incluso dan arriba a Del Mazo. Otro hecho que me invita a pensar que Morena no podrá conseguir el triunfo es que “orgullosamente” anunciaron que cubrieron el 95 % de las casillas. Visto numéricamente puede parecer un buen logro. La verdad es que no es así. Dejaron descubiertas el 5 % de las casillas, esto puede producir que la inducción por el voto hacia el PRI, el PRD, o incluso el PAN, sea más fácil donde no hay representante de Morena y con ello es más que suficiente para darle la vuelta a la elección. Morena lo sabe ¿por qué dejó descubiertas estas casillas? ¿Falta de capacidad? ¿Deficiencia en la estructura? ¿O para tener la oportunidad de gritar: “fraude electoral” en el caso de una derrota. No lo sé.
¿Qué haría yo si tuviera que cruzar la boleta en el estado de México? No tengo hoy la certeza. Mi corazón tal vez me haría votar PAN, mi razonamiento lógico tal vez me haría votar por el PRD (con simpatía hacia un candidato que remontó) o en un acto de verdadero sacrificio por el PRI. Como decían los comunistas en Chile en la primera elección después de Pinochet: “voy a ir a votar por el PATO (Patricio Alwyn) y después me meo la mano”. Aclaro que mi rechazo es al partido político, su historia y lo que representa, no a Alfredo del Mazo, que me parece un hombre preparado y mesurado.
Estaremos atentos al resultado de la elección. La última elección local, antes de la contienda presidencial, donde tendremos nuevamente una oportunidad de corregir el rumbo, decirle adiós al PRI y a su corrupción, e impedir también el acceso del populismo mesiánico delirante de Morena, que puede ser tan o más peligroso.
Mi principal deseo es que todos salgan a votar, que la participación sea copiosa y que las elecciones se desarrollen en calma y sin ningún amago violencia. México lo merece.
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